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Una Palabra de Aliento

En los últimos años, las técnicas de Reproducción Asistida han presentado adelantos notables a los cuales sumamos la alegría de muchos pacientes y doctores. Estos adelantos han hecho que nuestro árbol de decisiones y aplicación de tratamientos se vuelva radicalmente evolutivo y que nuestro abordaje sea cada vez más especializado y metódico. Esto, aunado a la generación de nuevo conocimiento, ha logrado que en las últimas décadas nos congratulemos del avance de las tasas de éxito que anecdóticamente platicaban los admirables pioneros de un máximo de 15% por tratamiento hasta el 75% que hoy se logra en diversos centros y condiciones. Así, hoy en día, más del 95% de las parejas que acuden con mis colegas y amigos de otros Centros de Reproducción y en el nuestro podamos vivir una realidad diferente.

Sin embargo, la fortaleza de los pacientes y la enorme responsabilidad de los doctores es una tarea que se tiene que robustecer. Bien enseñamos a nuestros estudiantes que un tratamiento tiene que ser altamente dominado, objetivo y metódico. Este debe de ser específicamente estructurado en su duración y abordaje en aras de optimizar el tiempo ovárico que es el más preciado. Nuestro diagnóstico y pronóstico debe de ser honestamente establecido con la pareja y aunque este sea desfavorable debemos dar el tiempo máximo de comprensión de causas y brindar imparcialmente la gama de posibles soluciones siempre con el respeto y otorgando a la pareja la decisión final y bien informada. Así, nuestro abordaje debe ser sensible y humanamente personalizado y finalmente, debemos dejar que la pareja viva su tratamiento con Fe, pues finalmente como doctores solo somos un instrumento pero dependemos de la decisión final.

Espero que estas palabras sean un aliento donde estés y que te den el valor de visitar a tu Centro de Reproducción más cercano, pues seguramente ahí encontrarás a un experto que te guiará.

PD: Mil gracias a Ed y Nina, por la confianza y la alegría de dejarme compartir este Milagro de Vida y por regalarme éste espacio virtual que espero sirva de ventana y aliento y lo sepa usar con prudencia.

Dr Daniel Méndez